PALCO PREMIER: LA FINAL SOÑADA – Tomateros

PALCO PREMIER: LA FINAL SOÑADA

Jorge Luis Telles Salazar

Tomateros de Culiacán y Naranjeros de Hermosillo protagonizarán, a partir del próximo viernes en el Estadio Sonora la que será su quinta serie final -entre los clubes que representan a las capitales de Sinaloa y Sonora- en la historia de la Liga Mexicana del Pacífico.

Los dos equipos llegaron a la instancia suprema por caminos similares: en semifinales, Tomateros superó en seis juegos a los Yaquis de Obregón (el gran favorito en función de lo demostrado a lo largo del rol regular), en tanto que Naranjeros de Hermosillo hizo lo mismo con Sultanes de Monterrey.

Antes, en la primera fase de postemporada, Culiacán dispuso de Algodoneros de Guasave y Hermosillo de Venados de Mazatlán. También en seis duelos.

La historia en las confrontaciones entre ambos conjuntos muestra un balance cien por ciento equitativo: de las cuatro finales anteriores, Naranjeros ha ganado dos y Tomateros, dos. Hermosillo triunfó en las contiendas titulares de 1980 y 1995, en proporción de cuatro victorias contra dos. Culiacán, a su vez, hizo lo mismo en 1983 y 1997, también con cuatro y dos. O sea: en sus enfrentamientos campeoniles: doce triunfos y doce descalabros por bando.

E independientemente de lo que ha sucedido en series por el título, Tomateros y Naranjeros se han enfrentado en diferentes ocasiones en las instancias de playoffs (serie eliminatoria y semifinal), invariablemente con números parejos.

Esto deja muy claro que siempre han sido dos equipos estelares, con elevadísimos niveles de competitividad e invariablemente integrados por los mejores jugadores del béisbol mexicano. Ahí está la historia misma que no deja mentir: Naranjeros de Hermosillo es el máximo ganador de campeonatos en la LMP, con 16; le sigue Tomateros de Culiacán, con doce. Las franquicias restantes están muy lejos de tal estadística.

En la temporada actual, ya en su última etapa, Hermosillo realizó un gran papel al finalizar en la segunda posición en la tabla general. A Culiacán no le fue tan bien puesto que apenas y si alcanzó un séptimo sitio, que siempre fue muy engañoso y que nunca puso en riesgo su calificación a los playoffs.

Digamos entonces que la túnica de favoritos vestirá a los Naranjeros de Hermosillo; pero también Algodoneros de Guasave y Yaquis de Obregón lucían como tal ante los Tomateros de Culiacán y terminaron por morder el polvo ante un team que experimenta una metamorfosis increíble cuando arriba a la postemporada.

Además de que, si usted lo desglosa detenidamente llegará a la necesaria conclusión de que se trata de un equipo que posee las herramientas suficientes como para aspirar a un nuevo campeonato, que sería ya el número trece en una historia que arrancó en la temporada 65-66, ocho años después del nacimiento de la Liga Mexicana del Pacífico.

En suma: frente a frente, las dos mejores franquicias del circuito invernal. El clásico de lujo, lo llaman algunos; otros, la serie de etiqueta y muchos más: la final soñada.

Así de sencillo.

TOMOS DE HISTORIA EN LA LMP

Hay más datos interesantes:

Para Tomateros de Culiacán, por ejemplo, esta será su cuarta serie final en las últimas siete temporadas. Esto es: a partir de la 2014-2015 e incluida la actual, lo que ratifica el momento que viven los guindas, desde la llegada de Benjamín Gil al timón de la nave.

Gil, en lo personal, vivirá su cuarta final como mánager y sobra decir que ha ganado las tres anteriores: 14-15, sobre Charros de Jalisco; 17-18, a costillas de los Mayos de Navojoa y 19-20, sobre los Venados de Mazatlán.

La única campaña mala de Benjamín fue la 2015-2016, cuando no pudo calificar a su escuadra ni tan siquiera a la primera etapa del playoff. Gil no vino para la 2016-2017; pero si regresó para ser monarca en 2017-2018. Extrañamente no repitió en la 2018 y volvió de nuevo para la 2019-2020, para proclamarse monarca una vez más.

Y bueno, ahora está en tesitura de conquistar un nuevo título, que sería el cuarto en cinco campañas, lo que lo ubicaría ya, de golpe y porrazo, como uno de los mánagers más exitosos de la Liga Mexicana del Pacífico, al lado de Cananea Reyes; pero por debajo del icónico Paquín Estrada. Esto, en cuanto a Benjamín.

Para Tomateros de Culiacán, en tanto, ésta será su décima octava serie final, de las cuales ha ganado la friolera de once y ha perdido solo seis. Y de esas once ha triunfado en sus últimas cinco, desde la campaña 2001-2002 hasta la actual. En aquella final, del 2002, Culiacán se impuso en seis duelos a los Venados de Mazatlán; en la 2003-2004, en solo cinco juegos a los Yaquis de Obregón; en la 2014-2015 (luego de una sequía de diez temporadas), en cinco a los Charros de Jalisco, en la 2017-2018, en siete a los Mayos de Navojoa y en la 2019-2020, en seis partidos a los Venados de Mazatlán.

¿Qué son doce los campeonatos de Tomateros? De acuerdo. En el primero de ellos, sin embargo, todavía no se estilaba esto de los playoffs ni mucho menos una serie final. Se jugaba a rol corrido y en la edición 1966-1967, Culiacán logró la corona, con una delantera de cuatro juegos y medio sobre su más cercano perseguidor, Ostioneros de Guaymas.

Más atrás, Culiacán triunfó en la final 69-70, al imponerse en seis duelos a los Cañeros de los Mochis; en la 77-78, también en seis sobre los mismos Cañeros de los Mochis; en la 82-83, en seis contra los Naranjeros de Hermosillo; en la 84-85, en siete frente a los Aguilas de Mexicali; en 95-96, en seis contra a los Venados de Mazatlán y en 96-97, en seis, de nuevo, ante los Naranjeros de Hermosillo.

En sentido contrario, aquí las finales perdidas: 1971-1972, en seis duelos ante los Algodoneros de Guasave; en 1979-1980, en seis frente a los Naranjeros de Hermosillo; en 1985-1986, en seis, ante los Águilas de Mexicali; en 1990-1991, en seis contra los Potros de Tijuana; en 1994-1995, en seis, frente a Naranjeros de Hermosillo y en 1998-1999, en solo cinco desafíos contra los Águilas de Mexicali. Esta última, por cierto, representó la única ocasión en que un equipo foráneo se ha coronado aquí en Culiacán. Nelson Barrera dirigía al equipo guinda y fue una noche triste para la gente de la capital sinaloense, máxime que, del otro lado, estaba el manager multi campeón, Paquín Estrada.

Como dato adicional, Tomateros ha protagonizado series finales contra todos los equipos que forman la Liga Mexicana del Pacífico, excepto los Sultanes de Monterrey: cuatro con Hermosillo; tres, con Mexicali; tres, con Mazatlán; dos, con Los Mochis y una, respectivamente, con Ciudad Obregón, Guasave, Jalisco, Navojoa y Tijuana.

En fin: mucha historia en Tomateros de Culiacán y mucha también en sus enfrentamientos pasados contra Naranjeros de Hermosillo; pero esto, subrayamos, ya es historia y ahora es el presente lo que nos interesa.

¿Vendrá un nuevo título para Culiacán?

Puede que sí. Tomateros ha lucido mejor que Naranjeros en la postemporada, incluso ha enfrentado a rivales más difíciles en el papel y a juicio del columnista va en trayectoria franca hacia una nueva corona.

Lo sabremos en cosa de días. De aquí al 29 o 30 de enero a más tardar.

DERRICK LOOP, EL REFUERZO DE TOMATEROS

Y bien.

En uso del derecho que le corresponde como finalista, la directiva de Tomateros de Culiacán tomó un refuerzo más, en la persona del pitcher zurdo, de relevo, Derrick Loop.

Loop estaba en República Dominicana, donde jugaba para el subcampeón de aquella Liga, Gigantes de Cibao, desde que concluyó aquí el rol regular de la presente temporada de la Liga Mexicana del Pacífico.

Culiacán no pudo conservarlo por exceder el tope de extranjeros y se fue a tierras quisqueyanas, en el entendido de un pronto retorno, de darse las circunstancias.

Y bueno, pues se dieron, efectivamente.

La directiva de Tomateros prefirió a Loop, por encima de un amplio abanico de opciones, bajo el argumento de que un zurdo, de su calidad, fortalecerá todavía más al ya de por si hermético cuerpo de relevistas del equipo de casa. Tan hermético que aquí le va este dato: el bullpen de Culiacán solo ha tolerado una carrera en ambas series de playoff: Algodoneros de Guasave y Yaquis de Obregón.

Hermosillo, a su vez, seleccionó al infielder de los Yaquis, Víctor Mendoza, quien batea para .313 en postemporada; 3 cuadrangulares y once carreras producidas.

Así se armaron Tomateros y Naranjeros.

La batalla titular arranca el viernes próximo en el estadio Sonora, de Hermosillo, donde jugarán viernes y sábado. Aquí, dos juegos confirmados: lunes y martes y seguramente el miércoles. De extenderse la serie, regresará el viernes de la próxima semana a la ciudad de Hermosillo.

Se aceptan apuestas.

EL COLOFON

Y hasta aquí.

Ya nos despedimos con nuestros deseos de siempre: que Dios los bendiga.

Y también con nuestra recurrente recomendación: cuídense mucho. Ahora más que nunca…