SE VA UN ÍCONO DE LA ORGANIZACIÓN: PALCO PREMIER – Tomateros

SE VA UN ÍCONO DE LA ORGANIZACIÓN: PALCO PREMIER

Jaime Blancarte, ícono en

Tomateros de Culiacán y

Personalidad emblemática

En la Liga Arco Mexicana del Pacífico

  • Falleció este lunes, 20 de febrero, en Mazatlán.
  • Por 35 años, directivo del equipo guinda
  • También laboró con Mazatlán y Guasave
  • Entregó lo mejor de sí a los Tomateros

Por: Jorge Luis Telles Salazar | Comunicación Tomateros

La última vez que hablé con él -vía telefónica- fue la víspera de la jornada de selección de refuerzos para la serie semifinal que Tomateros de Culiacán sostendría frente a Algodoneros de Guasave. Culiacán había superado en la primera serie de playoffs al súper favorito Mayos de Navojoa; Guasave, por su parte, a Yaquis de Obregón. Apenas en los primeros días de enero próximo pasado.

En la otra llave: Charros de Jalisco, que había derrotado a Águilas de Mexicali, contra Sultanes de Monterrey, que había hecho lo mismo con Naranjeros de Hermosillo.

Los refuerzos a seleccionar -uno por club – saldrían precisamente de los eliminados: Mayos de Navojoa, Yaquis de Obregón, Naranjeros de Hermosillo y Águilas de Mexicali. Había mucho material disponible, de primerísima calidad.

Jaime Blancarte Pimentel, con las deferencias que siempre tuvo hacia mi humilde persona, me preguntó:

-¿Cómo la ves? ¿Qué nos conviene más? ¿Pitcheo o bateo?

-Jaime -le contesté- yo creo que Culiacán lo que más necesita, en estos momentos, es pitcheo, no bateo. Que no nos gane la euforia por esa limpia sobre los Mayos. El pitcheo se ve flojo y cansado. Tienen que ir por un lanzador.

-¿Si…? ¿Y a quién sugieres?

-Pues si hay opción de elegir primero, me inclinaría por Elián Leyva (el pitcher campeón en carreras limpias admitidas) o por Wilmer Ríos. Ahí, cuando menos, hay una o dos victorias seguras, en esta serie semifinal y ahí está el pase a la tercera final consecutiva.

-Así lo pensó, en principio, la organización, con el ingeniero Héctor Ley a la cabeza; pero, lamentablemente han cambiado nuestros planes. Tenemos un problema.

-¿Y eso?- pregunté con curiosidad.

-Junto con dos peloteros más, Efrén Navarro, nuestro quinto en el orden al bat, dio positivo a Covid en una prueba de rutina practicada hace un rato. Está asintomático; pero inhabilitado para jugar contra Guasave. Ya lo acordamos con el ingeniero Ley: por necesidad tenemos que inclinarnos por un bateador, del calibre de Navarro o mejor todavía. No nos queda otra opción.

Y así sucedió.

En el draft previo al inicio de las series de semifinales, Héctor Ley eligió a Víctor Mendoza, cuarto bat de Yaquis de Obregón. Mendoza había perdido la corona de bateo en su último turno del rol regular cuando se fue en blanco, al tiempo que Tirso Ornelas, de Mayos de Navojoa, convertía en hit un toque de bola de sorpresa. La diferencia entre uno y otro fue de un punto porcentual.

Tuvo su lógica la decisión de la directiva guinda; pero un refuerzo debe ser factor -como Jesse Castillo hace un año – y Mendoza no lo fue lamentablemente. Cumplió; pero hasta ahí.

A mi juicio, muy personal, el covid de Navarro nos quitó también el tricampeonato.

Y qué paradójico.

Una semana después, en el curso de la serie final entre Tomateros de Culiacán y Charros de Jalisco, Jaime Blancarte también daba positivo a Covid; de ese altamente agresivo, que no da tregua. La misma variante, quizás que ha matado a millones de personas alrededor del mundo.

Blancarte resultó positivo en su primera prueba y dos días después ya estaba intubado en un hospital del puerto de Mazatlán.

Falleció este lunes 20 de septiembre, en su querida ciudad.

Hace una semana, el gerente de comunicación de la franquicia, Jorge Luis Lechuga, me dijo:

-Hay buenas noticias del señor Blancarte. Ya no está intubado y comienza a experimentar una ligera mejoría. La va a librar don Jaime, con el favor de Dios.

Y sí. Parecía que sí; pero, por desgracia, surgieron las complicaciones postcovid. Su estado de salud retrocedió y comenzó un acelerado proceso de deterioro, hasta que llegó al colapso, cuando ya la ciencia médica tenía poco por hacer.

Lo más desconcertante de esta triste historia es que Jaime le tenía verdadero pánico al Covid, razón por la cual se cuidaba en extremo. Incluso, desde el momento mismo en que se decretó la pandemia, se confinó en su casa en Mazatlán, desde donde trabajaba a la distancia, con todo el respaldo de la organización que dirigen Héctor, Marcos y Diego Ley López. Solo venía a Culiacán, en situaciones de estricta necesidad.

Así transcurrió la temporada 2020-2021 y también la 2021-2022.

Con alguna frecuencia hablaba con él para conocer sus estados de ánimo y de salud y su respuesta hasta me divertía:

-Aquí sigo, encerrado en mi casa. Y si te digo que no salgo ni a la esquina es en todo el sentido literal de la expresión. Ya tengo 74 años de edad y otros factores de riesgo. Si me pega el Covid, me voy licenciado. Irremediablemente. Tu también cuídate mucho. No está por demás.

Lamentablemente, lo que tanto temía Jaime Blancarte se convirtió en una triste realidad: murió, precisamente, de Covid.

Y bien.

Jaime Blancarte Pimentel era todo una institución en la historia de la Liga Mexicana del Pacífico, a la que dedicó 40 años de trabajo como directivo, 35 de ellos a Tomateros de Culiacán. También prestó sus servicios a Venados de Mazatlán y a Algodoneros de Guasave. Inclusive, en 1985 figuró como candidato a la presidencia del circuito invernal, la que perdió en cerrada votación.

A raíz de esa decepción, precisamente, Jaime se dedicó a atender personalmente un establecimiento de comida en la ciudad de Mazatlán, a donde alguna vez llegó en su búsqueda don Juan Manuel Ley, entonces presidente de Tomateros de Culiacán.

-Jaime -le dijo Juan Manuel con su inconfundible vocabulario -, deja esta chingadera, olvídate lo que ya pasó y regresa con nosotros. Te ocupamos.

Blancarte, en efecto, había tomado la decisión de olvidarse por completo del beisbol y en esta línea de conducta rechazado diversas propuestas de otros clubes tanto de la Liga Mexicana como de la Liga Mexicana del Pacífico; pero pocos con la personalidad y el poder de convencimiento de Juan Manuel Ley.

Volvió con Tomateros.

Desde la oficina, fue factor determinante en la conquista del campeonato número Diez (en la temporada 2014-2015) y al morir Juan Manuel, en enero de 2016, tomó, de nuevo, la decisión de retirarse del beisbol y dedicarse a negocios particulares; pero Héctor Ley, sucesor de Juan Manuel en la dirección de Tomateros, ya tenía planes para él:

-Usted se viene conmigo mi Tigre; va a ser mi asesor y mi consejero principal. De entrada, hoy mismo, tenemos una tarea que no admite demora: la organización de la Serie del Caribe Culiacán-2017. Vamos a hacer una chingonería y tú me vas a ayudar.

Y si. La mejor Serie del Caribe, hasta la fecha. Superior a la del 2001, también aquí en Culiacán.

Además de esa satisfacción, Jaime Blancarte tuvo otras más, prácticamente una tras otra: el campeonato de la temporada 2017-2018; el de la 2019-2020 y el de la 2020-2021.

Descansa en paz Jaime. Ya te extrañamos…